sábado, 17 de mayo de 2014

Alegría ajena.

Tengo una alegría que esconde
mi tristeza
en la ausencia hay aún presente
distante concilio de la muerte

Guardo esta alegría casi ajena
para las tardes de sábado
las que están vacías
en las que quiero verte

Escondo bien la tristeza
para que el dolor y el sufrimiento
se escabullan entre algunas risas forzadas
y alguna que otra lágrima disfrazada

Temo quizás perder la tristeza
por miedo a la resignación de tu partida
En la angustia retorcida de la vida
te me escapaste como arena entre
recuerdo erosionado de un monumento
que conmemoró la posibilidad
la esperanza, el anhelo,
y ahora es nostalgia

Por eso me aso de esta alegría incauta
porque la avaricia del corazón con tu recuerdo
me procura el desamor que velo

Esto que uno hace todos los días, persiste
y se vuelca el vacío que mantienes a mi alrededor
en las comisuras de los labios y el rabillo del ojo
sigo embanderando la alegría
como ungüento, barniz y medicina.


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