martes, 27 de mayo de 2014

Espera

                                           a Xochipilli 

Mi mirada se alarga al norte
mis brazos quieren escapar de mí
de la tierra se separan mis pies
embelesados
ciclones que anidan en mi pecho
y huracanes vociferan en mi cabeza
huye mi corazón
por descansar en el remanso del tuyo
quiere llover mi cuerpo
en los prados fértiles
que esperan en tu regazo
tu regreso
Este páramo oscuro y solitario
descompuesto por turbulentos tornados
quiere florecer con los pámpanos de tus brazos
quiere el llano seco y triste de mi cuerpo
abrir sus poros
acariciar la semilla de tus ojos
cultivar la esperanza de tu voz
Esta pampa gris que se va cuarteando
no la sacia ni el llanto
ni la momentánea sonrisa del recuerdo
Se hinca en mi un monzón silencioso
y cuando pasa queda la ruina de un desierto lacrimoso
mi alma llanura del deseo
aguarda la cálida humedad de tu presencia
imagino la agricultura de tus besos
y el cincel terso de tu arrebato y locura del alimento
Yazco plano, pálido y quieto

esperando la primavera de nuestro encuentro.

sábado, 17 de mayo de 2014

Alegría ajena.

Tengo una alegría que esconde
mi tristeza
en la ausencia hay aún presente
distante concilio de la muerte

Guardo esta alegría casi ajena
para las tardes de sábado
las que están vacías
en las que quiero verte

Escondo bien la tristeza
para que el dolor y el sufrimiento
se escabullan entre algunas risas forzadas
y alguna que otra lágrima disfrazada

Temo quizás perder la tristeza
por miedo a la resignación de tu partida
En la angustia retorcida de la vida
te me escapaste como arena entre
recuerdo erosionado de un monumento
que conmemoró la posibilidad
la esperanza, el anhelo,
y ahora es nostalgia

Por eso me aso de esta alegría incauta
porque la avaricia del corazón con tu recuerdo
me procura el desamor que velo

Esto que uno hace todos los días, persiste
y se vuelca el vacío que mantienes a mi alrededor
en las comisuras de los labios y el rabillo del ojo
sigo embanderando la alegría
como ungüento, barniz y medicina.


domingo, 4 de mayo de 2014

Mi muerte

                            a Xochipilli… siempre

el día de mi muerte será
una orgía infinita
donde cien hombres de suma rareza
violarán  a un retoño recién nacido
será la catástrofe de esfínteres
y la culminación de la ansiedad
las ganas
Será el día en el que veinte
alcatraces profundizarán
en la armonía de la juventud
y el éxtasis de las irreverencias
que se anidan en mis entrañas dadivosas
Será un sepelio magnánimo
en el que el alimento emanará
de falos gigantescos
Gargantua suplicará que lo dominen
cuando mi cadáver yazca enhiesto
perpetuando la osadía
de un sin fin de flores
perfumando la existencia del placer
en las bocas de todos los deudos
adeudados con la magnificencia
del hedónico recuerdo de las caricias
que la vida aconsejó 
al puberto hincado
en admonición del conocimiento
un cuerpo fuerte, tan fuerte que resiste la vida
de tal forma que se yergue y decapita
su insistencia 
con un sable blanco y espeso
que inunde las delicias postradas ante mi féretro
que será de los viciosos funcionales
los cataclismos bondadosos que se reirán
al lamer la tetilla de los adolescentes
y masticar dulcemente la paidofilia
que penetra al narcisismo
de la muerte.
Es muerte el orgasmo de la vida
es un salpicado de inocencia 
que se alimenta como monstruo hambriento de
todo lo que he vivido como semen lechoso que se apelmaza
y se calcina como un muro multiforme 
mi abdomen
organiza tus entrañas
Todo finalmente
las lagañas, las muecas, las sonrisas, las babas
todo el lubrico recuerdo que llora el cíclope de mi hombría
sobre tu  flácida y perene muerte momentánea

se sacia del más profundo amor que no cesa
que no para
que nunca pensó en desairar la inclemencia del tiempo
como los brazos 
como un beso 
como un trozo de lontananza que se achicharra
y se lame las patas
y se dice a si mismo que le es grata la  salvedad de la ordenanza:
te quiero.


sábado, 3 de mayo de 2014

qué sé yo y quien sabe a quién le importe

nos decimos que debemos aprender a estar solos, nos repetimos las virtudes del individuo sin expectativas, sin ilusiones, sin compromisos,
¿Mejor solo que mal acompaña…? Pregúntele a un loco, a un indigente
no debería haber tal cosa como mala compañía
y si dejas de confiar?
y mira que ya llevo varias en las que he confiado
¡Sí! Nadie tiene que resolverte la vida, ya lo sé
pero todos necesitamos ayuda, por eso se hace la sociedad
cual es el pedo si nos vamos todos
en verdad creo que lo más ético sería matarse
quizás por eso inventaron la guerra
para tener un pretexto para acabar con todo
con uno mismo
pero como no tenemos las agallas para suicidarnos porque respondemos al gen egoísta, por que aún con esta conciencia
(o locura) humana del ser más allá de la biología
y la determinante vida… pues si ya nos dimos cuenta que hemos hecho muchas cosas contra la vida, es prudente quizás matarse
entonces sí es ética la guerra, es un ‘te ayudo a matarte’, es mejor si no estamos aquí, entonces mientras estamos aquí juguemos a aniquilarnos a descubrir las mil y un formas que hay para dejar de existir…le da sentido, morir…buscarse su muerte…ya no mas: creced y reproduciros: Valdimir y Estragón …el futuro está en la homosexualidad (que es eso lo que les molesta, realmente les asusta la esterilidad) no perpetuarse… la homosexualidad es un suicidio gozoso y vital
pero ahí va la jota
ahí el machín
y aceptan y quieren perpetuar como heterosexuales reproductores
los papeles, los estigmas
y en vez de hacer el amor tampoco hacen la guerra
sino una truculenta endibia
y bueno, sí también uno se la pasa muy bien con uno
y porque habría uno que matarse?
si todo está bien
pusilánimes
vivimos por cobardía.


viernes, 2 de mayo de 2014

Vida nueva?



                       a P.Xochipilli

¿cómo se le llama a esa
sustancia
esa que deja en los andenes
un mano que se agita?
¿Cómo se le llama a ese
espacio que no está lleno ni vacío?
¿Al que se derrite entre un adiós y
el insospechado hastaluego?
Hay una nata
un caldo insípido y etéreo
que se acumula entre los corazones
que dejan de palpitar
esa baba que se pega a las ganas
y ese bodrio de la esperanza
que martiriza la probabilidad
y la voluntad
¿es la expectativa acaso
de la añoranza mutua
el sepelio de las flores ingratas
o la ausencia que se disipa
con la distancia?
¿Qué es esa pátina insistente
y moribunda
que ciega las ilusiones
ese enojo pastoso y blando
que ahuyenta la conciliación
de las bramanzas
los vericuetos del sihubiera
y los entrepisos del quisiera…?
Ojalá-que
La masa quizás de un “ya qué”
que no espera más que la redención
de una posibilidad teñida de
cuanto tiempo pase
un sitio del ‘Nunca más’
Es esa sustancia la que se aferra
pálida lánguida a la
sospecha de que la mano que se agita
en un rotundo adiós
advierta la razón de los frutos y la experiencia
procurando el reencuentro
de dos manos sujetas

a un final clásico que propone vida nueva.