Tras para brisas
arribó
mirada que sonríe cuando encuentra
otra alma que la mira
incómodo reencuentro
piel desnuda sin sensación
vacío
esa mirada quiere mirar
otra piel que quiere sentir
un sentimiento seduce la contención
de nuevo se miran
están
y no pasa nada
pero ahí el recuerdo
también las ganas
pasa el tiempo
un mensaje
su repuesta
expectativa e ilusión
de al fin una noche
una noche como las que principian los cuentos
las miradas se narran
la piel sonrojada
la inmensidad y la infinitud los arropan
cuentan su cuento
Dos manos enlazadas
dos cuerpos apaciguados
dos mentes que empiezan a imaginar
Un viaje
de su nuca mariposas coronan su futuro
hermosas se revelan
luminosas se van
sin saber que el presagio no es el color ni la delicadeza
sino la huida
Dos amantes encaminados
conociendo los caminos del otro
revolviendo el uno en el otro
despertando la pulsión del encanto
Uno sin saber el otro
se cierra, se enhiesta
fortalecido quizás en su confusión
suelta la rienda
detiene el convoy
vira fuera del camino
salta al agua
sólo deja sus preguntas
algunos recuerdos
y una vacante irremediable
Dos se vuelven dos
uno renegado, libertino y sentenciado
otro en un vaivén
de lazos transparentes desatados
uno manteniendo el vuelo, el curso, a flote
izando velas, girando timones, jalando frenos
sin reconocer su misma piel desnuda y sorprendida por el frío
Otro cavando hoyos, penetrando grutas, acariciando acantilados
sin reconocer sus pies, sin oír los llamados, dejando vidrios rotos
al paso
¿Cuánto tiempo uno busca al otro?
¿Cuánto tiempo el otro surca la ausencia de uno?
¿Cuánto tiempo dos serán eso?
Vagando irrumpidos sin mapa ni tesoro.
Parabrisas de la adivinación
Llegaría tras un translúcido aparador
una mirada
que se iría.
savinni070110