sábado, 28 de marzo de 2020

Odio 0.2

Odio odiar 
y el odio odiado de los otros
me odia 
como el odioso odio que odia lo odioso,
odiando al odio 
será odiado 
y habiendo odiado más la odiadera dolorosa
que odiando lo odiado 
odiaba el odio obnubilado. 

Odiadísimo el odio odoroso 
que odiando el hedor de odiar lo odioso odia sin dolo.

Y al odiador odiante, el odio odia odiosamente
odiando odios que habría de haber odiado 
si de haber odiado odiase la odiada odiedumbre 
que odia lo que hubiere de haber y hubo de odiarse.

Que sólo odie 
odiando el odio quién odie solo 
odiará   
si odiase con soltura
odiándose sin soltarse del odio al
que ufanamente odiamos odiar.

¡O! si odiásemos odiosas alegrías
o amorosos odios odiándose  
soterrados en ósculos
odiaremos hundidos
en el oído del otro odio
quizá menos odios
si de odiarle odiándole  
hubiéremos odiado ónticamente.

viernes, 27 de marzo de 2020

Muerte vitalicia

Quiero contagiarme del riesgo
y contraer la atracción infecta

Quiero que me toque el escalofrío
que me detenga la nausea
y me paralice el mal
viviendo una muerte prescrita 
deseo la inoculación de la belleza
padeciendo la tortura de la esperanza
palideciendo como cordero en el regazo 
eterno

Recetando la enfermedad y su posología
procuro la locura atípica de mi condición
lepra 
emotiva, libido séptico, neurosis lúcida muerte vitalicia muerte lúbrica

Quiero el tratamiento que asfixia la cordura
tomando las píldoras de la obediencia
inyectándome la insana cura política
que degusta la inanición de la libertad
y el privilegio en solución salina 
intravenosa
quiero la decadencia progresista
hospitalizando a la conciencia e
infundiendo un coma ético
intervenido por los fehacientes fármacos nocivos de la fe
en la crueldad marcial de los médicos 
y su tiránica consulta 
que ritualiza el paroxismo científico 
operando como lágrimas de moisés 

Quiero internarme en la apoplejía 
del salubre pánico que hace metástasis 
por gracia de la sanción
y el escarnio social
En la alcurnia prepotente de la norma
deseo fútilmente la encarnación de la razón 
y el pestilente diagnóstico del individuo terminal
que presume su responsabilidad virtual 
en las redes de presunción moral

Mi anhelo es pues, la resistencia que negocia
no para extender la existencia,
esa afección doliente y gozo malavenido, 
esa rotunda interrupción de la nada 
que argumenta patéticamente la tozudez de la improbabilidad, 
sino para que la dolencia prevalezca 
afirmando mi breve, efímero y condicionado instante
en la supra-pandemia terrestre
que verifica mi paz, previene mi elección 
y designa mi nulo pensamiento
mi dogma
mi daga
mi dejo de humanidad.

Estoy infestado de globalidad con gota, una micosis estructural
sintomática de la cancerígena obcecación infra neuronal
localizada en la credulidad 
corroída a palos por ese deseo a desarrollar 
el síndrome insuficiente de afecciones,
propagándolo como la sífilis, la gonorrea o el estetoscopio bubónico
santificando el sacrificio 
sacralizado en nombre del imperio de la sanidad
la lúdica mofa ante la innegable irrealidad
que expone al fin
a todo organismo vivo que no vivió
su inconmensurable vanidad. 



jueves, 26 de marzo de 2020

Ira de dios

¡Qué infame intriga biológica
se desata contra la raza humana!
Qué odio evolutivo avanza
impunemente contra el género humano.
Qué virulenta conspiración 
se replica científicamente 
contra los animales humanos.
Qué inclemente designio de la selección natural
arremete contra la epítome de la creación
Qué vehemente peste es más soberbia 
que la arrogancia de las temerosas criaturas de dios...

viernes, 20 de marzo de 2020

Odio

Odio odiar 
y el odio odiado de los otros
me odia 
como el odioso odio que odia lo odioso
odiando al odio 
odiado que odio 
y odia más la odiadera dolorosa
que odiando lo odiado odia el odio odiado
Odiadísimo el odio oloroso 
que odiando el odiar odioso odia sin dolo
y al odiador odiante, el odio odia odiosamente
odiado odiando lo que habría de haber odiado si de haber odiado odiase la odiada odiatura 
que odia lo que hubiere de odiar de odiarse
que solo odie 
odiando el odio que odia  
se odia con soltura 
sin soltarse del odio horripilante 



miércoles, 18 de marzo de 2020

Coróname ésta!

¡Coróname ésta!
(Absurdo Cruel)

Uno en un despacho. Otro entra con obvias señas de que ha matado a alguien brutalmente.

¿Se lavó las manos?

¿De qué? si yo acepto mi responsabilidad…

Le digo que si se lavó las manos para no contagiarme.

¡Ah, pensé que hablaba del asesinato de mi mujer…!

¡Su mujer! ¿Y quién le dijo que le pertenecía?

¡Pff, pues… la iglesia, el estado,… su papá!

¿Mi Padre qué tiene que ver en esto?

No sé, a ver, usted dígame ¿Qué tiene que ver en esto su papá?

Nada que ver.

¿Está ciego?

Sí.

¿Y su mujer?

¿De quién?

La suya

Yo no tengo.

Se nota.

¿Qué? 

Que madre no tiene

Cómo explica que esté aquí

Llegué en taxi

Yo!

Usted no sé, pudo haber llegado a gatas.

¿Quiénes?

Nada

Luego entonces…

Eso

¿Qué me decía?

Que preven el fin de todo esto para abril o para mayo

¿No se pueden poner de acuerdo?

No sé si quieran.

Uno mira a otro con asco

Aquí está la llave del baño.

¿Para qué?

Para abrir la puerta.

Para qué

Para que entre

¿Quién?

Usted!

¿…a la puerta?

¡Por la puerta!

Y esto… ¿es porque maté a mi mujer?

“Mi mujer”…Es por la sangre.

Le molesta.

¿Que haya matado a su mujer?

No, la sangre.

Sí.

Y mi mujer.

¡Que no es suya!

No pues ahora ya no es de nadie, ni de sí misma. (Toma la llave) Me voy a lavar las manos.

Eso, y no vuelva a entrar aquí con sus desavenencias!

Entré sólo… (y solo se va).