lunes, 30 de abril de 2018

A los padres

A los padres

Que se caigan
que se raspen
que tengan miedo
que un bicho los pique
y les ladre un perro,
pero deja también
que le lama la cara
que una mariposa se pose
en su incipiente dedo
que apunten con él el miedo,
no lo escondas de la vida
dura ruda muda hilarante
cruel viciosa armoniosa
redundante

No les confecciones un acolchonado
paraíso de indolencia
si nunca ha sufrido, cómo podrá tener empatía...
No hay cielo, ni vida eterna
Has venido aquí por la irresistible
persistencia genética
y los niños están aquí
no por milagro azaroso de la evolución inteligente
sino por la estúpida insistencia de una herencia
por el afán demente de la permanencia
Como a ti te han regalado
todo el volumen de la vida
a ellos les derivas
la sacrosanta responsabilidad de vivirla.

Hazles saber que
esto es una aduana
una gran fila al mismo vacío
un andén atascado
y en la estación hay un estupendo comedor
dónde alguna vez también fuimos alimento
y un tétrico museo
donde se constata la berrinchuda
y torpe historia de los hombres
dañando a otros hombres.

Hazles saber que
esto es un parque de diversiones
un juego en el que todos somos perdedores
una playa exuberante
donde hay fogatas y se danza, se baila, se juega y se hace el amor
Y sí, admítelo, es de esa ilusión, de ese éxtasis
que provoca el hogar
que se perpetúa la arrogancia humana
Hazles saber que
en realidad, nunca dejarán de ser niños.


30 de abril, día del niño.