martes, 27 de diciembre de 2011

Momentos de ti


para Mariano, siempre

Ahora no hablaré de tu mirada

de la que puedo escribir un quijote entero

tampoco hablaré de tu voz

como almohadas de plumas y terciopelos

No, mucho menos hablaré de tu corazón

que siento firme y constante junto al mío.

Esta vez quiero asomarme a los vellos

de tu cuello antes de llegar a la oreja

de esa seducción de la naturaleza

de las cosas que guarda tu espalda

tu lunar como isla a la que hay que llegar

por ruta báquica, camino a los montes de tus pompas

acompasadas por el vaivén de mis noches desatadas.

Quiero escribir sobre el rubor de todo tu cuerpo

y de las hondas franjas que marca tu sonrisa

como dos guardianes fieles de tu felicidad encantada.

Hablar también de tus pies como montañas

robustos y firmes ; chatos sus dedos de

interminables pasos y sus huellas indelebles

grabadas en el camino de mi cuerpo

como testigos de la cruzada fabulosa

que juntos hemos emprendido.

Hablo igual del lunar plano y claro

que corona el exquisito culminar de tu pubis

en el llano como mármol fuerte de tu abdomen.

Y sin pudor sigo recorriendo tus detalles,

los adornos de tu ser que loan tu belleza

tu magnífica existencia que sublima mis sentidos

y embriagan la poca sensatez de mis bramidos.

Hablo de lo más rico, de lo escondido

de eso que nadie habla pues se retrae

y que en mí ha desaparecido

¡O! ¡Qué manjar delicioso y prohibido

la toga amable que cubre tu glande

extensión varonil que protege tu virilidad

como excelsa túnica de un sacerdote

Cáliz de donde quiero beber hasta saciarme

del líquido tuyo, lava blanquecina y tibia

que se posa en tu piel como laureles,

anillo de oro blanco promisorio,

lazo de un amor nutrido.

Hablo así de todas esas partes de ti

que me son sagradas, como sagradas las semillas,

las sílabas, los pulsos, los pequeños momentos de ti

que me arrinconan al éxtasis oleado e inconmensurable de desearte

de los pies a los mechones como espigas

que se alzan en el remolino de tu coco

como llama de santo o cresta de orgulloso gallo bravo.

Y ahora de escribir, hablar y pensar todo ello

paro

pues presto me

prendo a ti

para todo

experimentarlo en ti.

martes, 20 de diciembre de 2011

Tarde nuestra

Noche impar
iresuelta
con la melancolía
retorciéndose en el aire
y la añoranza a cuestas.

Miedo tintineante
que acosa del iris de la noche
y el día frío asmoas
rehúye al llanto incierto
en la trama irredenta
que se ensaña para enmarañarse.

Sumar, quisiera, esta noche
a la noche azul que sueñas
en antárticas tierras
y hacer septentrional nuestro día
robado por la angustiosa lejanía

Se puebla este hemisferio
de lagunas oscuras donde
augusta se baña mi noche sin luna
Solo con ese soplo
odioso del recuerdo y
la obstinación del sentimiento
por materializarte
encuentro mediodía de paz
y las estrellas lúcidas de nuestra
apacible tarde.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Brida y fin

Falso Tormento

cala la vida, tala y cava

deja abrasa el sufrimiento

tornillo, catarina o pensamiento

no hay nada más pequeño que una idea

lluvia, enfermedad o suspiro

nada tan inmenso como la palabra

aliento, cáliz o viento

nada más perfecto que la vida

estallido, yo, invento

nada infinito sino

fatuo destino

brida y

fin

y

.

viernes, 14 de octubre de 2011

Mantra

Sereno medito incansables oraciones

resguardo el orden cósmico

tras de mil ojos blindados

La astuta realidad disfraza su conciencia

de vaivenes

y reculos sentidos

imita al entendimiento con un instinto

fantástico de fecunda ferocidad

su opuesto deleznable

en ese perturbador silencio es

el remolino que rodea las cavidades ocultas

de las cavidades ocultas

Sueño

miro lo que no está

escucho lo que siento

que es nada

como espejo de nada

que es como espejo

de nada.

Jueves

Jueves

disimulo serenidad

vano goce

entero, orbitado y desnuda

gravita la parte de mí que le pertenece

hoy que es jueves

y mañana

mañana será jueves.

sábado, 29 de enero de 2011

Qué silencio

a Mariano

¿Por qué me aquejas

silencio?

Eres el silencio antes de,

siempre antes.

Tu hermano, el que se escucha luego,

ese es constante, seguro, terrible acaso

pero más terrible tú

incierto

eres la pausa antes del veredicto

eres el aire que corre, las hojas que crujen

antes del asalto

la espera de recibir

esa llamada

que llega

que no quieres que llegue,

la traes tú para romperte en mil pedazos

frente al incauto,

frente a mí que

en vez

quiero el silencio antes de un beso

el silencio antes de decir te quiero

ese silencio tan discreto que suena como risas, suspiros, gemidos y fanfarrias

ese silencio deseo

el silencio paz no tormenta

el silencio que se llena con la mirada como clarinete

el silencio que se escucha justo cuando tu yema atisba mis cuerdas

no el silencio angustioso, el silencio vacío

Déjame, no vengas a callar

las pompas y los platillos

no te anuncies entre mis oídos

deja al corazón en su alharaca

y su festín ruidoso

este sitio tan sólo tiene lugar para tu hermano

el silencio luego de la juerga

después, una vez que se ha consumado

que se ha vivido, que se ha llegado y conquistado

una vez que sea mío

silencio de tus ojos

y orquesta de mi vida.