sábado, 30 de enero de 2010

Romance de dos espirales.


Daba giros en su eje

un átomo acuático

de vez en vez en su órbita

algún electrón invadía

potenciando algo en él

reducíase u oxidabase

buscando su balance

queriendo ser compuesto

ionizándose

cada vez más reactivo

inestable

Sin buscar la atracción

una molécula trajo allí

otro átomo airoso

De sus electrones, dos

se posaron en su nube

y libres, otros dos

navegaban en la suya.

Tiempo pasó como pasa el tiempo

y sus capas insistían

los protones activos

a su pieles electrónicas

reclamaban su enlace

Como planetas rotando

alejándose y acercándose

acercándose se tocaron

su órbita apetitosa

su órbita apetecible

Enlazaron

compuesto covalente

balanceado

ávido de reaccionar en síntesis

seres más complejos

compartiendo un mismo núcleo

cuán alta su probabilidad de presencia

habitando la entropía

en materia negativa y positiva

comulgaban

Dos átomo en espirales

de su centro se expanden

a su centro vuelven

conmoviendo sus órbitas nebulosas

acariciando los cruces,

las uniones, o los roces

De pronto

reacción de doble desplazamiento

¿Qué fuerza la suscitó?

Dos compuestos distintos

separados

uno cediendo tanto

se oxidaba

disminuyendo su estado

el otro

se reducía

¡Qué magros e inestables!

Qué pérdida inasible:

dos molécula ahora formadas

añorando su estado inexplorado

Elementales, y así, profusos.

Sin unirse a otro

aquél airoso, vagó liberado

habiéndose separado

la descomposición resultante

del otro acuoso

calló en lluvia.

Cae y sigue cayendo

creyendo hirvientemente

que su estado es más ligero

¿Qué fuerza podrá posarle

una vez más suspendido

en el cielo

como nebulosa de agua electrificante

y con el viento

arremolinarse?

Huracán, trueno

o brisa humectante

Los pares electrones pululantes

en espirales

busquen su nueva covalencia

pues “suelen tener, las moléculas,

estados energéticos más bajos

si los electrones están apareados.”

savvinni1001

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