viernes, 24 de mayo de 2019

Hubiera (empezado por el culo)

Que se erija un monumento 
al hubiera
—¡Al hubiera!
—¡sí!
Que hubiera uno.

¡El hubiera no existe!
Dijeron 
porque estaban sometidos 
al presente.

Que si hubieran dicho:
—Pero ¡sí, mi hijita, sí, existe…—
habrían sabido que en efecto

El hubiera existe.

Y es del Determinismo su ley
que si se configura todo esto,
aquesto sucede, precede y cede como 
la seda de mi corazón

Y el tuyo 
que es aquese que blande
blanda su voluntad
y no en balde
blinda el bolo de la verdad

Ésta se corroe gregaria
como la falange o la gangrena, 
como las flemas 
o las anatemas 
que no se tragan,
como la doxa 
o la pitaya. 

Hubiera empezado por el culo
enfurecido, rabioso, iracundo,
pero empecé por el primor de un guiño
revolucionario, romántico
empedernido

Hago ahora una oda a la blasfemia
al no-es-cierto 
al qué-idiota
hoy hago una oda 
a la maldita tradición del optimismo
“si hubiera…”
Sí.

Si hubiera, habría sido, pero resulta que
es como fue 
porque ha sido.
Y sucede así 
porque si de otro modo hubiera sido
otro presente habría 
de haberse acontecido 

Y si so es 
de do he sido,
acobardado para flagrar 
su encono asiduo,

que venga el sino.

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