martes, 25 de diciembre de 2012

Tu base


¿Por qué no eres la piedra en el camino
por qué eres sólo un vado
alargado como depresión
de constante y estable ausencia neblina
de mañana siempre disipada
al solar alumbrado por
la momentánea y súbita
estancia de tu aliento que pasa como tornado?

Una hendidura por la que caigo
y he caído mil y tantas veces más
la vorágine de tu gesto colmado
alargando atrás tu cuello
extensión sublime de la belleza
que ha languidecido finalmente en tantos cuellos.
Eres acaso aquél que he conocido como
inmasacrable repetición de noches
que se prometen eternas
de eternidades que amanecen como desilusión impostergable
otro llano, otro camino tamizado por los mismos pasos
Sigue andando, sin piedra sin fin ni fundamento
sin la estela que marca el blandir de mis pasos.

Quiero que seas ese monumento
en el que labre el ritmo dúctil
del aroma de la flor de mi pecho
elixir cóncavo de deseos convexos
donde emane el proscenio de tu alma
como vereda al cielo

¿He de continuar el recorrido
que marca el mapa deleznable
de la ruta conspicua que miente?
¿Y si no dejaras de andar?
¿O he de quedarme en este paraje
de ventiscas lluviosas que claman
los lugares pasados, los equívocos sondados
como el abandono, el reclamo y la parra?
¿Y si también te quedaras quieto?

Y así se queda uno en el mismo lugar
caminando en varado
con los pies insistiendo en llevar
el espacio a un nuevo prado
buscando la piedra donde pueda al fin
situarme y enhiesto frente a ti
ser tu base
alzarnos, desprendidos
crecer
noctámbulos
sin rastro.

esavini231212

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