sábado, 22 de agosto de 2009

Reticencica



¿Qué he de hacer?
estar o no  ser
tubí or nat tubí
pues si estoy es obvio que
no he de ser
al no estar
ser?
el dilema se presenta como paradoja
como acertijo lagartijo
posa sus preguntas como garritas
en el silencio
nada responde al ser
o corresponde a él
todo corresponde a uno
y uno no responde
como pregunta que se queda en el tintero
ni siquiera la respuesta se atisba
en las glorietas eternas de la mente
Y un cuestionamiento doméstico se entreteje dialéctico
como un epiléptico recetario
se dobla, se vence
y la enmienda a la página revela
una cocción equilibrada de no saber
la ignorancia de su conocimiento
de uno
o del ser
La metafísica cuántica
raquítica y sintáctica
sin táctica o logística del espíritu
resuena rolliza y malgastada
en cada vibración dubitativa
en cada sin razón de la nostalgia
en cada sensación de la amargura
en cada rincón sostenido por la pálida
reticencia del amor por la oscuridad segura
de la ignorancia, la apatía y la locura sana
un salto inconsistente
un átomo rotulado con la pasta de judas
y la sangre del sanedrín
la baba meditativa de buda que urde un nirvana pasajero
y mana de la inexistencia
no somos nada
ni estamos en nada
y el suicidio
la culminación ontológica de la pendejada
hace racimos en cada lágrima tenaz y rosada
como las pompas golpeadas de un recién nacido
nuestros ojos son culos que viola el mundo
nuestras almas prostitutas que no saben nada
pero los profetas regocijados en el éxtasis denostado por la soledad
prefiguran pasados inaccesibles en los que no se puede habitar
en los que está prohibida la alegría y
allí se enquista el presente como un futuro solitario
que nadie pensó
A nadie le importa estar
si el ser es todo lo que no es
y qué le importa al amor a dios o al demonio
si el mal es una sonrisa que se inserta cuando peor se siente el estado de vida que no es capaz de limar la lama patinada en las manos que no sanan porque no se enferma la muerte.
Ni la risa divierte
a la muerte
ni las lágrimas consuelan
la vida
emotivo mar que circunda el continente de nuestra conciencia
es un lago seco que se presiente desierto ambiguo
y el ruido de las sales  es tan parecido a la ira de saber que el
soberbio filósofo de la cicuta era un mentiroso
y lo que sólo sabía era tan sonso como sostener un cetro en medio de un panteón.
¿Qué he de hacer, pues?
El ser es ser solo si está
y si está solo, entonces no puede ser
pues qué hay que lo mire? qué hay que lo justifique!
que le responda...
El eco en su inmaterialidad es más real que la bofetada de un amante.
Será que el alemán que habló por Zaratustra-
Narciso no mató al jugador de dados
sino que le quitó los dados y  le puso un punto más
Será que dios es inconciente
Será que la incisión del desamor y el rechazo
hizo una costra  insípida alrededor de la estancia
de mi ser
una cortina oscura que lamenta la luz que se filtra
e ilumina el vacío a la recamara del secuestro frustrado
Allí yace tan solo el ser que no está
y si se siente solo
es que hay alguien más
que no es ya.

Esavinni09

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