sábado, 1 de abril de 2023

Actuar

 Con la carne remedada

y el seso remendado 

ando sobre las tablas taimadas.

Con la piel prestada

mi voz bufa y trina

como si fuera mía.

Con el alma atada a una lastra

la acción anima a mi casta

en la profunda boca del lobo.

Con la calma de los justos

renuncio al que soy 

y delato al otro que me ha secuestrado por hoy.

No conozco al que habita en mi

pero detento sus palabras,

aquel no me conoce a mí 

pero marca mi ser velado.

Esta evanescencia me consume

y se solidifica con la lúdica repetición

de su inconsistencia.

Como la muerte

está cuando yo ya no

así este homúnculo infeccioso que me amaga

se va cuando vuelvo yo, 

transformado.

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