(a partir de las Leyes Fundamentales de la Estupidez Humana, de Cipolla.)
Y es que hay malhechores en este mundo
como hay inteligentes y sus víctimas los ingenuos,
pero el enemigo de todos son los estúpidos.
Yo bamboleo entre la inteligencia y la ingenuidad por convicción
prefiero ser sirviente de esos dos amos
que ser de los otros dos un esclavo.
No hay nada peor que mi contraparte:
el estúpido malvado y peor el malvado estúpido.
Pero es que pesa tanto la estupidez,
suma tanta gravedad que hasta el más inteligente gravita hacia allá;
el muy ingenuo cae irremediablemente
y el malvado cae por justicia divina,
es decir que al final es estúpido ser malvado
pero no hay peor que la pura estupidez.
Supongo que será peor el inteligente estúpido,
pero mi inteligencia me invita a pensar ingenuamente
que tal cosa no existe…y eso es malo.
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