martes, 20 de diciembre de 2011

Tarde nuestra

Noche impar
iresuelta
con la melancolía
retorciéndose en el aire
y la añoranza a cuestas.

Miedo tintineante
que acosa del iris de la noche
y el día frío asmoas
rehúye al llanto incierto
en la trama irredenta
que se ensaña para enmarañarse.

Sumar, quisiera, esta noche
a la noche azul que sueñas
en antárticas tierras
y hacer septentrional nuestro día
robado por la angustiosa lejanía

Se puebla este hemisferio
de lagunas oscuras donde
augusta se baña mi noche sin luna
Solo con ese soplo
odioso del recuerdo y
la obstinación del sentimiento
por materializarte
encuentro mediodía de paz
y las estrellas lúcidas de nuestra
apacible tarde.

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